#RockDeCombate | La única banda que importa

Miguel Ramírez

Derrotaron a los Sex Pistols y sobrevivieron al Punk londinense delos 70’s, conquistaron el Shea Stadium tal y como lo hicieran los Beatles dos décadas atrás, por lo que en su momento llegaron a ser la banda más grande del planeta, la única que profesaba la verdad. De ahí el título de este texto.

A principios de los años 70’s el rock era una profesión muy difícil, las canciones densas de Pink Floyd, los solos de guitarra de Claptony las improvisaciones de Fleetwood Mac hacían pensar que para ser exitoso en el mundo del Rock, necesitarías décadas depreparación; hasta que el nerviosismo de los Ramones en el escenario demostró que con aprender tres acordes y jugar con ellos por 2 minutos y medio, el trabajo estaba hecho.

Londres adoptó al punk como a un hijo; su inestabilidad económica, desempleo y conflictos raciales en la sociedad británica le daban el mejor entorno para desarrollarse, y los Sex Pistols fueron el azúcar que hacía que este “niño” tuviera suficiente energía para que nadie lo perdiera de vista.

Sin embargo, cuando la energía se termina, había que pensar en las consecuencias del desatado movimiento para encaminarlas a un fin que beneficie a los más necesitados; esa inteligencia se formó justamente en un show de una banda de rockabilly donde Mick Jones y Paul Simonon observaron al descuidado guitarrista y vocalista que brillaba en el escenario.

Lo abordaron después del Show y Strummer (el hombre en cuestión) creyó que lo asaltarían y pensó en golpear a Jones hasta que le dijeron “tu banda es una mierda pero tú eres bueno”. Esa frase tan contundente marcaría el nacimiento de “The Clash”.

Ante las letras de anarquía y descontrol social de los Pistols, “The Clash” buscaba soluciones a los conflictos, o bien describir el estado de la sociedad británica sin deformar la realidad ante la demanda masiva de caos, tan esencial en el Punk.

Como “The Clash” no producía tantos lectores a la prensa como los escándalos de los ya multicitados “Sex Pistols”, el recibimiento en cuanto a reseñas y críticas de los diarios fue nada alentador; prácticamente invitaron a la banda de Jones, Strummer, Simonon y Crimes, a volver al garaje y cerrar la puerta por dentro.

Pero el primer álbum, de título homónimo cambió el entorno, mediante un punk relativamente cuidado, técnico y diferente con líricas repletas de verdad; “White Riot”, “What’s My Name”, “Garageland” y el cover “Police & Thieves” son hoy himnos que se entonaron cientos de veces en los escenarios suburbanos deLondres y sus alrededores.

Después de un viaje de Mick Jones y Joe Strummer a Jamaica y ya con Topper Headon en la batería, “Give ‘Em Enough Rope”, el segundo álbum de la banda vio la luz en tierras británicas a finales de 1978 enfrentando críticas negativas de los “especialistas” de la época pero se colocó de forma rápida en la aprobación de quien importa, el público.

El nuevo baterista agregó precisión, técnica y versatilidad a las percusiones de “The Clash” sobre todo en temas como “Tommy Gun” y “Safe European Home” (que narra la experiencia de Jones y Strummer en su viaje por el caribe); en este álbum Mick Jones se mostró más participativo con Joe en voces y coros, al grado brillar vocalmente en “Stay Free”.

El Punk agonizaba cuando entró la década de los 80, los Pistols habían quedado ya en el camino, y a “The Clash” sólo le quedaba renovarse o morir; creían que el rock n’ roll estaba llegando a su fin, por lo que en un Huracán de punk-rock, jazz, ska, y reggae grabaron uno de los mejores álbumes en la historia de la música: London Calling.

Desde la portada del álbum hasta el último acorde de “Train in Vain” (último track) el disco derrocha calidad; “London Calling” es un himno furioso que da entrada a la sobriedad de “Jimmy Jazz”, la crítica al abuso de poder policiaco de “Clampdown”, la barroca “Spanish Bombs” invita a reflexionar sobre la guerra civil española, el reggae obscuro que salió de Paul Simonon en “Guns Of Brixton” demostró que en la banda, la creatividad era contagiosa.

La voz rasposa y hasta descuidada de Strummer daba fuerza a las letras de crítica política, mientras que el tono limpio y suave deJones nos regalaba una faceta introspectiva de la banda.

Para entonces “The Clash” ya no era una banda punk con presentaciones en bares cercanos en Londres, era un gigante consolidado ya en Europa y América con una capacidad nunca antes vista para adaptarse a todas las formas posibles del rockprogresivo.

Su siguiente álbum fue aún más variado en cuanto a ritmos, más agresivo en la crítica y más solidario con los pueblos intimidados por el colonialismo estadounidense en la guerra fría; en apoyo al movimiento de liberación en Nicaragua, el álbum triple fue llamado Sandinista!, e incluía también góspel y hasta hip hop como el de“Magnificent Seven” de letra teóricamente soberbia.

Después de giras en Europa, Estados Unidos, Australia y Asia, en 1982 lanzaron su álbum mejor vendido a nivel mundial; que incluía un par de hits verdaderamente poderosos, como “Rock The Casbah” un tema muy movido que de paso reflexiona sobre los conflictos árabe-israelíes y la censura del rock en países árabes en un videoclip altamente polémico donde aparece un judío y un musulmán paseando en un auto convertible antes de llegar a un concierto de “The Clash” y la pegajosa “Should I Stay or Should I Go” cantada por Mick Jones y por medio millón de personas en el Shea Stadium de Nueva York, en el concierto en el que la banda le abrió a “The Who” el 14 de octubre de 1982.

Líricamente “Should I Stay Or Should I Go” parece una canción de desamor, pero tiempo después se descubrió que fue un desahogo de la banda por los conflictos internos que sus miembros enfrentaban.

Topper Headon fue expulsado poco antes del concierto en N.Y. por su adicción a la heroína y el mánager de la banda Bernie Rhodescausó la expulsión de Mick Jones, por lo cual sólo quedaban Paul Simonon y Strummer como miembros originales.

La mermada banda editaría un último álbum de estudio llamado “Cut the Crap” que no fue tomado en serio por los seguidores del grupo y la audiencia en general por lo cual Strummer disolvió la banda.

Después de que todos los miembros trabajaran en diferentes proyectos, incluso juntos como Jones y Strummer en “Big Audio Dinamyte”; o la banda “Joe Strummer and The Mescaleros” que editó tres álbumes de estudio siendo “Streetcore” el mejor de ellos, se especulaba de un regreso de The Clash para comienzos de la década de los 2000; pero un golpe muy fuerte terminaría con la esperanza de verlos reunidos de nuevo, Joe Strummer falleció en diciembre de 2002, dejando incompleta a la banda y llevándose la esencia del grupo.

“The Clash” indistintamente de sus cambios musicales, fue una banda que de forma permanente se preocupó por decir la verdad en sus letras, mantener los precios de sus entradas a conciertos y accesibles a los bolsillos de todos sus seguidores; encabezar campañas contra la guerra y el racismo, y a toda costa evitar que la fama los enajenara y convirtiera en plástico. Por eso quedará siempre en la memoria de los rockeros ya que bandas así merecen respeto eterno.

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