Tenía un gran afecto a sus dientes
Sin duda el vocalista de “Queen”, Freddie Mercury tenía una de las voces más potentes del siglo pasado. Después de la muerte del cantante en 1991, quedaron muchas dudas por resolver, una de ellas fue ¿Por qué si tenía una gran fortuna, nunca se arregló los dientes?
Después de llegar a la fama y superar el odio a su sonrisa, el intérprete de “somebody To Love” decía que en sus dientes se escondía parte de la esencia de su voz. La realidad es que parte de la resonancia dependía de la cavidad oral, la cual estaba ligada con la estructura ósea que incluye los dientes.
En una ocasión el cantante dijo un argumento al respecto de su dentadura, momento que se pudo apreciar en la película “Bohemian Rhapsody”: “nací con cuatro incisivos adicionales, más espacio, más registro”, a pesar de que el registro depende de la capacidad de las cuerdas vocales, sus dientes le permitieron lograr una colocación impecable y como se había mencionado antes una resonancia única.
Hasta el momento se sabe que el cantante tenía una anomalía dental denominada “Macrodocncia”, la cual se manifiesta en el aumento del tamaño de las piezas dentales, hecho que sin duda era clínicamente cierto por su característica imagen. Esta particularidad repercutió en el desarrollo de Mercury, pues le valió ser víctima de constantes burlas por parte de sus compañeros de la escuela, e incluso de sus colegas de “Queen”.
Otra característica de la anatomía maxilofacial del autor de “Killer Queen”, fue que al parecer padeció de “Hiperdoncia”, condición que aumenta del número de piezas dentales. El mismo Freddie afirmó tener cuatro incisivos de más, aunque no se sabe con certeza si realmente este argumento sea real, ya que se ha tratado de investigar si estos dientes se ubicaron en la parte superior, inferior o en ambas.
Además, el cantante tenía diastemas (espacio entre dientes), condición que parece contradictoria, ya que la única forma de que entraran las 32, o más piezas, era que se encimaran. Sin embargo, en la boca de Mercury existió una predisposición a empujar hacia afuera los dientes, impidiendo que pudiera cerrar los labios de forma natural.
Por: Maria Paula Ramos Mendoza
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