La actriz británica Tilda Swinton es la gran protagonista este miércoles del festival de Venecia con una película semiautobiográfica sobre una mujer que cree en los fantasmas y está de luto por la muerte de su madre.
“La hija eterna“, en competición por el León de Oro y dirigida por su compatriota Joanna Hogg, se basa en la experiencia personal de las dos mujeres, que han perdido a la madre en los últimos años.
Creo que hay que pensar en el concepto de fantasma. Hay algo de importante y terapéutico en esa relación”, confesó Swinton en una charla con la AFP en el Lido veneciano.
Uno de las razones que multiplican el dolor por la muerte de la madre, es la sensación de que se perdió la relación con ella. Luego, con el tiempo, te das cuenta, si tienes suerte, de que esa relación se puede mantener”, explica la actriz quien sorprendió en Venecia con su original corte de pelo teñido con los colores de Ucrania.
Considerada como una de las películas más minimalistas y a la vez ambiciosas de la 79 edición de la Muestra veneciana, impacta por la magnífica interpretación de Swinton, la cual encarna tanto a la madre como a la hija.
El conmovedor encuentro entre el personaje de Swinton y su madre se desarrolla en la extraña atmósfera de una casa señorial de la campiña inglesa, fuera del tiempo, entre la niebla y una luz difusa, un ambiente fantasmal.